La Puerta Gótica de la Catedral

Cuando pasamos por delante de la puerta gótica de la catedral de València, es posible que a simple vista no observemos nada especial en comparación con otras portadas del mismo estilo.

Hay varios elementos de una portada gótica que son comunes: Arcos apuntados o arquivoltas, tímpano, derrame o jambas. Pero si miramos hacia arriba y nos fijamos en el tímpano podemos observar una cantidad de figuras colocada de una manera un poco extraña. Si añadimos que hay un elemento de la portada gótica que no encontramos en este caso, que sería el parteluz, pues podemos empezar a sospechar.

Pero la puerta gótica de València, sí que contaba con un parteluz y sin embargo fue retirado. En efecto, la Puerta gótica de la Catedral de València tuvo su parteluz durante más de dos siglos, desde su construcción hasta el año 1599. Aquel año fue desmontado. ¿Pero cuál fue el motivo? Pues el de poder permitir el paso desde la plaza de la Almoina por el interior de la catedral hasta la Plaza de la Virgen (en ese momento de la Seo) de la procesión en honor al mártir romano San Mauro. Se hicieron grandes celebraciones y una importante procesión, que debía pasar por el interior de la catedral. De esa forma el parteluz “impedía” el paso así que fue desmontado.

Pero, ¿dónde está? El parteluz tenía en su parte superior, justo debajo del tímpano de la puerta, la imagen de Santa Maria, titular de la Catedral, con el niño Jesús en sus brazos. Mientras que el pilar fue retirado, la escultura no y se incorporó al propio tímpano de la puerta, donde podemos contemplarla actualmente rodeada de ocho ángeles tocando instrumentos musicales.

Mientras que estas figuras de los ángeles son originales de ese lugar, por la disposición regular de estos, la Virgen está completamente “encajada” y no guarda ningún tipo de simetría con sus pedestales. Es más, es posible que uno de sus brazos tuviera que ser “seccionado” para poder embutirla en el tímpano. De esa forma se perdió uno de los elementos de esta puerta, que de estar hoy en día a buen seguro que le otorgaría a la misma otro aspecto todavía más deslumbrante.