La València Musulmana
Un día por por Balansiya
Balansiya fue el nombre con el que fue conocida la actual ciudad de Valencia en la época musulmana. La ciudad de Valencia, al igual que la mayoría de la península Ibérica, pasó a ser parte de Al-Andalus desde el año 711. En el caso de Valencia, este dominio musulmán se extendería hasta el 1238, año en que Jaume I conquistó la ciudad.
Muy poco se conoce sobre la Valencia musulmana. Al llegar, los musulmanes rebautizaron la Romana Valentia como Balansiya, pero el nombre con el que fue más conocida durante los oscuros siglos VIII, IX y XI fue el de Madinat at-Turab, que quiere decir 'ciudad del barro' o 'ciudad del polvo ', por el estado de abandono en que se encontraba. Esta etapa inmediatamente posterior a la conquista musulmana del año 711, constituye un periodo oscuro de la ciudad del que no se cuenta con gran información. Pese a esto, se conoce que Abd al-Rahman I (primer emir de Córdoba) ordenó destruir la ciudad, aunque varios años después su hijo ejerció una especie de gobierno autónomo sobre el área valenciana y reconstruyó parte de la ciudad.
Entre sus decisiones destaca la orden de construir en las afueras de la ciudad un lujoso palacio, la Russafa, que significa 'jardín', y que da origen al barrio del mismo nombre, del que de momento no se ha encontrado ningún resto.
A raíz del fin del Califato de Córdoba el 1010, se creó la Taifa de Balansiya, que era uno de los nuevos reinos musulmanes de la península ibérica. Duraría hasta el 1238, cuando su conquista por Jaime I el borraría y erigiría en el su lugar el Reino de Valencia Cristiano. El verdadero auge de la ciudad comenzó con esta taifa, entonces llamada Balansiya. La ciudad creció, y en tiempo del rey Abd-al-Aziz al-Mansur se edificó una nueva muralla (s. XI), de la que aún se conservan restos por toda Ciutat Vella, especialmente en el barrio del Carmen. Numerosos hallazgos arqueológicos testimonian el auge alcanzado por la ciudad en este momento.
Empezaremos nuestro recorrido dirigiéndonos hacia los Baños del Almirante, donde nos sumergirnos en la civilización musulmana. Construidos en el siglo XIV siguiendo la tipología arquitectónica de baños árabes, son unos baños similares a los baños de vapor o hammam típicamente característicos de la arquitectura islámica. Será uno de los puntos más importantes que visitaremos. En la plaza de la Virgen hablaremos de instituciones milenarias de origen musulmán, como como el Tribunal de las Aguas, cuyas sesiones se siguen celebrando todavía hoy todos los jueves y es Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Seguidamente, nos adentraremos en el barrio del Carmen para recorrer los tramos de la muralla árabe y las torres que se mantienen en pie o integradas en el interior de los comercios, bajos de viviendas e instituciones o en plena calle, así como en la Galería del Tossal. Comenzaremos en la Calle San Vicente, veremos los restos de Muralla de defensa construida en el siglo XI. Seguiremos sus pistas a través de las calles para hacernos una idea de su tamaño. Caminaremos por el barrio del Carmen hasta la plaza del Tossal, donde encontraremos la galería donde están los restos mejor conservados. Posteriormente seguiremos nuestro recorrido por las diversas torres musulmanas que quedan en pie y algunas puertas como la del Portal de Valldigna, que era la puerta de entrada al barrio árabe. Seguiremos por la Calle Salinas y encontramos otro trozo de muralla construido el año 1.000.
¿Os lo podéis imaginar? Ese trozo de muralla sigue ahí desde hace ya más de mil años. Como podéis ver tiene más de dos metros de espesor y podemos intuir que en línea recta, con una pequeña curva llegaba hasta las torres de Serranos. Quizá penséis que sólo son piedras, pero no os engañéis: esas piedras son el testigo mudo, pero todavía vivo de todas las personas que como nosotros vivieron, lucharon y dejaron su huella en esta ciudad. Esas piedras nos recuerdan que somos parte de una historia que aún hoy sigue su curso y que no podemos olvidar.
Finalizaremos el recorrido en las torres de Serranos, que sustituyeron a la puerta principal de la muralla islámica, Bab al-Qantara, y desde la que tendremos una bonita vista de la ciudad y su trama urbana, típicamente musulmana.