Plaza Cajeros y Blasco Ibáñez

Hemos hablado de la conocida como “Bajada de San Francisco”, una populosa calle con muchos cafés y comercios a principios del Siglo XX. Se creaba así una ruta comercial entre el Micalet y la Plaza de San Francisco de primer orden, comparable a nuestra actual “Calle Colón”, pero sin franquicias.

La Plaza Cajeros estaba situada en la bifurcación de la Calle San Vicente y la Bajada de San Francisco. Sin embargo toda esta zona sufrió una profunda modificación a fines de los años 20 para crear un nuevo espacio, la Avenida Maria Cristina y sobre todo la Plaza del Ayuntamiento que conocemos actualmente.

Pero esta plaza tuvo una historia muy ligada al novelista Blasco Ibañez. En 1921 tuvo lugar una gran Cabalgata en homenaje, con carrozas, inauguración de bustos, rotulación de calles, etc

Entre otros homenajes precisamente la Plaza Cajeros cambió de nombre por Blasco Ibáñez. En un primer momento se planteó la Plaza de la Reina, pero el propio escritor prefirió la de Cajeros, ya que en esa plaza tenía la sede el primer periódico donde trabajó.

Pero no solo Blasco Ibáñez tuvo rotulada en su honor esa calle, algunas de sus novelas aparecieron en forma de calles en la ciudad La antigua Calle Jabonería Nueva, dónde estaba su casa natalicia (Hoy engullida por la Avenida del Oeste) se rotuló como “Flor de Mayo” (Hoy en la Fonteta). Estos dos nombres tuvieron corta duración, en 1924 con la dictadura de Primo de Rivera volvieron a sus denominaciones tradicionales. Más tarde con el advenimiento de la II República y con la Plaza Cajeros derribada, se llamó con su nombre el primer tramo de la Plaza del Ayuntamiento, en ese momento Emilio Castelar. También se rotularon calles en el Cabañal con nombres de sus novelas “Mare Nostrum” y “La Barraca”. Con el franquismo “Mare Nostrum” pasó a ser Mediterraneo y La Barraca perdió sus comillas y se resignificó por el nombre de la típica alquería valenciana.