Hablaremos hoy del desaparecido palacio de Joaquín Manuel Fos, uno de los más curiosos personajes de la historia de Valencia. Nace en 1730 en el barrio de Velluters, al que estaría vinculado toda la vida, por supuesto, dentro del mundo de la seda.

Desde Francia procedía un tipo de tela conocido como moaré. Esta era una técnica demandada pero que no se conocía el modo de elaboración en Valencia, y viviendo en el barrio del terciopelo, descubrirlo le obsesionó. De esta manera ideó un plan: Para aprender esta y otras técnicas sederas debía viajar. Pero además, debía hacerlo “de incógnito” para introducirse en las factorías y que le revelaran sus secretos. ¿Qué hizo? Lo normal: fingir su propia muerte. Avisó eso sí, a su confesor y a su mujer y un buen día, dijo que se iba a Gandía y a la altura del Saler, fingió un robo y simuló que su cuerpo había sido lanzado a “La Albufera”.

Empezó un viaje de cuatro años por toda Europa, sobre todo en Francia, donde trabajó en las mejores fábricas sederas. Finalmente, regresó bajo la estupefacción de sus vecinos que ya le habían enterrado. Creó una fábrica donde aplicó las técnicas aprendidas con un enorme éxito.

Con tal fama y dinero comenzó su labor social y su ascenso como persona respetada. Construyó un maravilloso palacio en el carrer del Bany, que fue derruido en 1970 para construir unos cuestionables bloques de viviendas.

Entre otras cosas, fue fundador de las “Escuelas Pías”, por ello la iglesia está bajo la advocación de San Joaquín y una campana lleva su nombre. Fue miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Desde el colegio del Arte Mayor de la Seda, impulsó una normativa muy estricta para mantener una alta calidad en los productos. Tal era su influencia que llegó a ser Alcalde de Velluters e instauró un nuevo cuerpo de vigilantes nocturnos. Así es, este hombre introdujo los “serenos” en España. Murió en 1789, cuenta la leyenda que debido a la gran cantidad de helados que comía a diario y está enterrado en la Iglesia del Pilar. En 1872 se le otorgó una pequeña calle conocida hasta ese momento como Bonifant y ni siquiera en Velluters, sino en el Carmen y con el conciso nombre de “carrer de Fos”.