Palacio de los Condes de Alaquàs

Este palacio, de estilo renacentista, estaba situado junto a la Iglesia del Carmen, en el pequeño jardincillo que queda a la derecha de este. Más que exteriormente, este palacio destacaba por su hermoso jardín pues contaba con dos grandes patios, con reminiscencias árabes y las salas tenían unas magníficas techumbres de madera.

La curiosidad llega cuando sabemos que muchos de sus materiales fueron reutilizados en la ampliación del Palau de la Generalitat, para poder proporcionar ese aspecto medieval. La razón principal de su desaparición la encontramos en que esta casa fue alcanzada por una bomba en la Guerra Civil, rematando su ya estado ruinoso, y acabó por derribarse en 1946.

También fue conocida como Casa de los Aguilar, por ser el nombre de su primer propietario, Don Gonzalo de Aguilar en el Siglo XV. Un ejemplo de cómo una simple decisión puede acarrear un cambio en la fisonomía de la ciudad, los últimos propietarios del palacio, los Condes de Alaquás, lo cedieron a la Diputación con la promesa de que allí se iba a ubicar el Museo de Cerámica. Por todos es conocido que la ubicación definitiva sería el Palacio del Marqués de Dos Aguas que fue reformado a tal efecto y nuestro palacio usado por la Diputación como “cantera” para la reforma del Palau de la Generalitat.