Los Nocturnos

¿Conoces la historia del grupo de “Los Nocturnos?

Se trataba de un grupo de escritores, intelectuales y poetas que se reunían una vez por semana para leer ensayos, críticas, poesías etc. Los encuentros eran por la noche en el Palacio de los Catalá de Valeriola, ya que fue a iniciativa de Bernardo Catalá de Valeriola la creación de este grupo. Las obras que se leían generalmente eran en castellano y sus integrantes se autodenominaban con un seudónimo siempre referente a la noche.

No hay duda que en los años en los que sucedieron estas reuniones, la casa palacio de los Català de Valeriola se convirtió en el templo del Humanismo. En realidad, esta academia funcionó poco tiempo, entre 1591 y 1594, pero tenemos constancia de sus reuniones en un manuscrito que se conserva en la Biblioteca Nacional que reúne el total de las 88 sesiones, 805 composiciones en verso y 85 discursos en prosa sobre diversos temas del mundo de la cultura y el humanismo. Esta academia estaba compuesta por 45 personajes autorizados por su nobleza. Los ejercicios de esta Academia eran de noche y por ello la llamaron de los Nocturnos. El presidente fijaba los temas y el secretario recogía y leía los escritos. El acto comenzaba con una conferencia sobre el tema propuesto que servía de base a una amplia discusión posterior; el acto concluía con la recitación de los poemas.

Los seudónimos de los personajes que utilizaban en estas reuniones secretas hacían referencia a la noche, de esta forma tenemos a Bernardo Guillem Catalá de Valeriola , fundador y presidente (Silencio) y otros seudónimos serían Sueño, Sombra, Fiel, Horror, Temeridad, Descuido, Miedo, Sosiego, Tinieblas, Recogimiento, Soledad, Luz, Lucero, Norte, Industria, Relámpago, Secreto (Guillem de Castro), Consejo, Recelo, Cuidado, Sincero, Tranquilidad, Olvido, Lluvia, Resplandor, Oscuridad, Peligro, Reposo, Cautela, Niebla, Sereno, Estudio, Temeroso, Tristeza, Atrevimiento, Tiento, Espía, Cometa, Centinela, Trueno, Vigilia, Asombro y Estrella.

En 1951 de les dedicó una calle entre Comedias y Vestuario, precisamente donde se localizaba el mítico "Teatre de la Olivera", del que hablaremos en otra ocasión.