Los Grafitis del Carme

El Convento del Carmen tiene sus orígenes en 1281, cuando los monjes se establecieron en el conocido como barrio de Roteros, en ese momento extramuros de la ciudad. Con la desamortización del XIX el convento fue utilizado como sede de la Real Academia de Bellas Artes y Museo, hasta que en 1942 se trasladaron sus fondos San Pío V. El convento entró en una época de abandono hasta que fue designado como subsede del IVAM, pasando luego a ser Museo del siglo XIX y posteriormente Centro del Carmen simplemente, sin ninguna característica especial que lo significara. En 2017 empezó una nueva etapa como Centro del Carmen Cultura Contemporánea con el objetivo de acoger un amplio abanico de lenguajes, desde el plástico, pasando por el diseño, la danza, la música y diversas performances.

En cuanto a la iglesia, debido al derribo en 1842 de la cercana Iglesia parroquial de la Santa Cruz, que se situaba en el solar que hoy ocupa la plaza homónima, esta pasó a realizar sus funciones, quedándose separada del resto del complejo museístico.

Cuando paseamos por su claustro gótico, si nos fijamos en uno de sus lados, nos llamará la atención cuatro grandes agujeros en las paredes, justo la que linda con la iglesia. Estamos ante cuatro antiguos confesionarios que, debido a una reforma, en 1670 fueron cegados. ¿Y porqué sabemos el año exacto? Porque si nos fijamos en el interior de uno de ellos, entre todo tipo de gamberradas y textos que se han colocado, quizás por estudiantes de la propia academia de Bellas Artes en tiempos pretéritos, destacamos un texto que es mucho más antiguo y dice lo siguiente:

“A 4 de julio de 1670 se cerró este confesionario que avia mas de trescientos años que estaba echo, en el cual año 1670 se renovó este claustro, por precio de mil y cincuenta libras 1.050 L siendo Prior el MRPM fray Sebastián Blasco ex-provincial hizo la obra…”

Toda una declaración que nos habla de la antigüedad del propio convento. Se da la circunstancia que en los últimos años se ha dado mucha importancia al arte urbano en el propio Centro del Carmen, siendo este un curioso punto de unión entre los diversos usos que ha recibido espacio.