El Jardín de Monforte

¿Conoces el origen del Jardín de Monforte?

Fue inicialmente conocido como “L’Hort de Romero”, pues sus propietarios eran Mariana Conchés y su marido Juan Bautista Romero, de una familia de velluters. Tuvieron tres hijos, de los que dos murieron al nacer.

Durante la primera mitad del siglo XIX la familia había prosperado enormemente, pero personalmente, las cosas no iban tan bien. Su hijos murieron jóvenes y ya sin descendencia decidieron dedicar el resto de su vida a honrar su recuerdo y destinar grandes cantidades de dinero a la caridad.

El matrimonio se especializó en el sector inmobiliario y entre otros lugares adquirió el que se conocería como “Huerto de Romero”. La idea era especular con el valor de los terrenos y a su muerte cobrar las plusvalías y donar el dinero al Hospital General, pero estos jardines eran diferentes y los decoraron como mausoleo y recuerdo de sus hijos fallecidos. No es casualidad que la primera escultura que podemos ver en la entrada sean dos figuras femeninas y una de ellas represente a Hebe, diosa de la juventud, robada a sus hijos, y también unas esculturas de niños jugando, flanqueando el arco que da acceso al jardín. Árboles monumentales, conjuntos escultóricos clásicos, mitología e incluso dos leones, descartados para su uso en el Congreso de los Diputados por su pequeño tamaño, fueron traídos a este jardín.

Su fortuna no dejó de crecer, llegando a ser la familia más rica de la ciudad. Juan Bautista fue diputado y ennoblecido como Marqués. Así que ecidieron hacer un proyecto más ambicioso, por lo que crearon una nueva institución que llevaría el nombre de su hijo “El Asilo de Juan Bautista Romero”, situado actualmente en la Calle Guillém de Castro.

No deja de ser curioso que la memoria de este matrimonio y el apellido “Romero” se haya perdido en la ciudad. Su huerto dejó de conocerse como “de Romero”, para pasar a ser de “Monforte”, el apellido del marido de una de sus sobrinas, que heredó la propiedad. También el nombre del asilo cambió por el de “San Juan Bautista”. Ni siquiera lleva el apellido “Romero” la calle que este tiene, ya que se rotuló como Marqués de San Juan.