Norte, sur, este u oeste. Tramontana, Gregal, Poniente., Mistral… ¿Hacia dónde va el viento?

Eso es lo que se quería dilucidar con las veletas. En Valencia tenemos. Y muchas. Ellas son las encargadas de satisfacer esta curiosidad, con implicaciones realmente importantes para la predicción meteorológica o la agricultura.

Es evidente, que los lugares donde rematar con estos objetos, generalmente metálicos, serían los más altos. De este modo los encontramos en campanarios de iglesias, fundamentalmente, pero también en alquerías o edificios públicos.

Hay de todo. Desde santos titulares de la propia parroquia como San Valero o San Lorenzo (con el objeto de su martirio, la parrilla), hasta animales, destacando el gracioso pingüino del Convento del Corpus Christi o el famoso “Pardal” de Sant Joan, vecino del pez espada y cotorra en el Mercado Central. También religiosos encontramos en las veletas de las torres de la alameda, con San Vicente Ferrer y Mártir en ellas. Una mítica sería el “l’angelot del Carme” de la Iglesia del mismo convento. Se dice que es de madera, recubierta de latón, pero el paso del tiempo ha hecho que la figura del Arcángel San Gabriel se haya desvirtuado. Más figuras antropomorfas en el Asilo de San Juan Bautista, justo enfrente del IVAM y en Benimaclet tenemos a Abdón y Senén.

Lamentablemente, otros objetos han ido poblando los cielos y quitando protagonismo a las veletas, pero si miramos con ojos curiosos, ellas estarán por allí arriba.