Fuente de las Tres Gracias

Siguiendo la tradición de las fuentes viajeras encontramos un caso interesante con la llamada fuente de las tres gracias. Popularmente es conocida por algunas personas como fuente de los patos, aunque por otras, yo creo que la mayoría, la fuente de los patos es la que lleva el nombre de Fuente de los Amigos del País, en la plaza de San Vicente Ferrer, frente a la iglesia de Santo Tomás. Sea como fuere, ninguna de las dos tiene ningún pato en su diseño, pues en ambas lo que encontramos son cisnes.

Esta fuente está situada desde principios del siglo XX en la conocida desde 1903 como plaza Rodrigo Botet, el artífice de la colección paleontológica que estuvo en el Almudín, pasando por la sala de exposiciones del Ayuntamiento, para acabar en el museo de ciencas naturales en Viveros.

Anteriormente esta plaza era conocida como de San Jorge y en ella se encontraban dos importantes construcciones lamentablemente desaparecidas: La Iglesia y Colegio de San Jorge, fundado por los Caballeros de la Orden de Montesa, donde se custodiaba el famoso retablo del Centenar de la Ploma, el cuerpo de Ballesteros encargados de proteger la “Reial Senyera”, y el palacio de Vilaragut. Esta iglesia tenía un arco o pasadizo que la unía al vecino palacio.

Pero volvamos a la fuente. Con anterioridad esta estuvo situada en la Plaza de las Barcas, anteriormente de Santa Catalina de Siena y posteriormente, la calle Pintor Sorolla.

La fuente está realizada en piedra y hierro. Sobre un pedestal se alzan las tres Gracias, Aglaia, símbolo de inteligencia, Edufrósine, de la alegría y Talía, del arte escénico. Ellas son personajes recogidos de la mitología griega. En la parte superior anteriormente existía un tritón como remate vertía agua sobre un plato, que luego caía a su vez sobre una taza circular, pero esto se quedó en su traslado. La fuente es obra de la Fundición Jean-Jacques Ducel de París.

La fuente ha pasado por muchas modificaciones, tras la consabida mutilación del tritón, una de las cabezas cayó hacia atrás y fue recompuesta y a principios del siglo XXI se instaló una nueva taza bordeando la original, añadiendo nuevos surtidores.