El Paseo Valencia al Mar

El paseo de Valencia al Mar

A finales del siglo XIX se comenzó a proyectar un importante paseo que debía ser un agradable vía tranquila, verde y natural hacia los barrios del Cabanyal y el mar. Posteriormente, ya en los años veinte, se iniciaron las construcciones al comienzo de la actual avenida de Blasco Ibáñez. Empezando por la Feria de Muestras, la Facultades de Ciencias y Medicina de Fungairiño y Goerlich y en los años treinta la Residencia de Estudiantes Lluis Vives y la Escuela de Comercio. De esta forma, esta zona se plantea a medio camino entre la vida universitaria y una auténtica ciudad jardín, donde pudiesen convivir los usos docentes con los residenciales de baja densidad. Así, en un utópico intento por superar la lucha de clases, se querían construir viviendas de lujo en la franja central del paseo y destinar las franjas laterales a vivienda obrera. Es precisamente en este último punto donde se encuadran los Chalets de los Periodistas del arquitecto valenciano Enrique Viedma, autor de entre otros muchos, de edificios tan singulares como la Casa del Chavo, Edificio La Unión y el Fénix, la dirección de obras del Mercado Central y sobre todo, la Finca Roja.

Este paseo estaba encaminado, en un mundo idílico, en una mezcla de conocimiento y esparcimiento natural y vivienda social. Sin embargo, desgraciadamente la historia y la especulación nos han privado de una magnífica zona que podría haber sido y no fue. Un lugar en el que palacios como el de Ripalda, zonas hospitalarias y universidades se fundían con pequeños chalets con jardines para todo tipo de clases sociales. Durante las tres primeras décadas del siglo XX, esta construcción de la gran avenida de Valencia fue un objetivo casi prioritario de la ciudad. En una imagen datada en 1931, la vista aérea del Paseo de Valencia al Mar muestra toda la construcción prevista en esta zona con pequeños chalets, jardines amplios en la parte central y plazas de dimensiones grandiosas. Durante la guerra civil llegó a conocerse como avenida de la Unión Soviética para posteriormente quedarse con el nombre de paseo de Valencia al Mar hasta que en 1977 se le otorgó definitivamente el nombre de Blasco Ibáñez.