El Carrer del Trench

¿Conoces el origen del Carrer del Trench?

Este curioso nombre proviene a esta calle de la palabra Trench, que significa roto o rotura, proviene del verbo valenciano “romper” (“trenchar” en valenciano antiguo). Por lo tanto un trench es un roto, un “agujero” podríamos decir.

Hay que tener presente que la antigua muralla musulmana del siglo XI recorría todo el lado derecho de la Plaza del Mercado. En el año 1407, se mandó abrir esta calle desde la de la Pellería (actual Calle Derechos) hasta el Mercado, lo que supondría atravesar el todavía presente muro islámico. Esto nos cuenta Carboneres, afirmando que “no es verdad, como hay quien lo asegura, que esta calle tomó el nombre de Trench por haberse abierto un boquete o portillo en tiempo de la Conquista, pues esto fue en el año 1407”

El acceso a esta zona mercantil se hacía por la puerta Bab Al-Qaysariya (Puerta de la Alcaiceria), una de las siete que tenía la muralla islámica. Esta puerta estaría situada entre las Calles Mantas (antiguamente conocida como “Calle Nueva” y donde por cierto, nació Joaquín Sorolla) y nuestra Calle Trench. Posiblemente esta puerta quedó pequeña para la multitud de gente y de carruajes que iba y volvía del mercado y se decidió ampliarla ya que constituría un serio obstáculo de comunicación con los nuevos barrios que habían ido surgiendo entre su perímetro exterior y la nueva muralla cristiana y el propio mercado.

El Carrer del Trench históricamente ha sido siempre una calle llena de comercios y una vía principal de acceso, primero al zoco islámico en la época musulmana de la ciudad y después al mercado que ya se situaba en ese lugar desde tiempos de Jaime I y fue por esta razón por la que el ayuntamiento decidió en 1755 que fuera la primera calle de la ciudad en ser empedrada con losas. Esta característica tan especial que iba a tener esta calle, todo un privilegio en la València del siglo XVIII, hizo que el Ayuntamiento tomara la decisión que parte del coste que iban a suponer las obras fuera costeada por sus vecinos, principales beneficiarios de aquella mejora tan exclusiva.