De la Casa de la Ciudad al Ayuntamiento

¿Sabías dónde se situaba la antigua “Casa de la Ciutat”?

Pues sí, Valencia tuvo una "Casa de la Ciutat", un antiguo ayuntamiento lejos de donde lo conocemos actualmente. Esta casa fue construida a principios del siglo XIV, aunque en realidad fue la segunda que tuvo Valencia, ya que Jaime I concedió casas y privilegio para construir la primera de ellas en un lugar cerca del Palacio Arzobispal, en el que había sido el corazón de la Valencia romana y musulmana. Pero sólo unas décadas después, debido al crecimiento y la importancia que iba adquiriendo la ciudad, el Rey Jaime II autorizó su construcción junto a la, entonces plaza de la Seo, sobre el espacio que ocupa actualmente un pequeño jardín. El edificio tenía tres alturas con fachada principal a la calle Caballeros, y en él se encontraban las dependencias del Consell, una capilla, la "Cambra Daurada" y el Archivo. Tenía también dependencias administrativas y cárcel pública.

Llegados al siglo XIX el edificio, sin haber sufrido nuevas restauraciones desde el siglo XVI, empezó a amenazar ruina y en 1853, debido a un motín en la prisión que estaba situada en en sus bajos, sufrió un incendio y finalmente fue demolido y sus dependencias se trasladaron.

Pero ¿Nos queda algo del antiguo Ayuntamiento? Sí. El artesonado de la "Cambra Daurada" que se colocó años más tarde en la Lonja. También se dice que la “Roca” Valencia realizada en 1855 y que procesiona en el Corpus Christi está construida con madera procedente de la Sala del Consejo así como una serie de pinturas de reyes de la Corona de Aragón de las que sólo se conservan cuatro en el Museo Nacional de Arte de Cataluña para la misma sala. Algunos cuadros procedentes de la capilla que están en el Museo de Bellas Artes, las cancelas de hierro fundido, que también podemos encontrar en la Lonja y muchos elementos históricos que están en el actual Museo Histórico Municipal.

También la imagen de San Miguel que podemos ver en el actual jardín que ocupa el espacio de la antigua casa, es una copia en bronce de otra gótica de principios del siglo XV, emplazada en este lugar en el año 1967 y que presidía el salón de plenos por ser en ese momento, patrón de la ciudad.

El “Nuevo” Ayuntamiento

Los centros urbanos de las ciudades modernas se suelen articular en torno a los edificios de “poder” del momento en el que fueron diseñados. Si preguntáramos a un valenciano de mediados del siglo XIX sobre dónde situaría el centro de València, prácticamente sin duda señalaría el entorno de la actual plaza de la Virgen. La razón es evidente: en ella estaban situados los edificios más importantes de una ciudad: Los religiosos, Catedral y Basílica, los civiles, Casa de la Ciudad, y los judiciales, el Palau de la Generalitat que hacía las veces de Audiencia.

Sin embargo, como hemos visto, un incendio inhabilitó para siempre la antigua Casa de la Ciudad y forzó su traslado. En València mucha provisionalidad acaba siendo permanente y de este modo el “nuevo” ayuntamiento quedó integrado en 1854 en la “Casa de la Enseñanza”, que era un centro docente para niñas pobres, mandado construir en 1758 por el Arzobispo Mayoral y del que todavía podemos ver la leyenda que ocupa en su antigua puerta principal de acceso.

En los primeros años del siglo XX se vio que esta provisionalidad iba a ser permanente y aprovechando los derribos en 1881 del antiguo convento de San Francisco por los cuales resultó un amplio solar y junto a la desaparición en 1920 de la estación del ferrocarril y la antigua bajada de San Francisco, quedó una nueva y grandiosa plaza y se decidió crear una fachada acorde a la misma, diseñada por el arquitecto Francisco Mora, con esculturas de Mariano Benlliure. En ese momento ese lugar continuaba siendo periférico pero con las nuevas construcciones iba a convertirse en central.

Realmente, el actual ayuntamiento está formado por tres edificios: Por un lado la antigua Casa de Enseñanza, por otro la Iglesia “Santa Rosa de Lima” (hoy museo histórico municipal) y la nueva fachada y entrada monumental. Otro elemento curioso y característico es el gran balcón que preside el edificio. Originalmente no existía, pero en 1939 para el “Desfile de la Victoria”, se colocó una estructura provisional de madera que se utilizó durante años por las autoridades sobre todo durante las fiestas falleras, hasta 1967 que se construyó el actual de piedra.