Esta muralla tiene mil años. Formaba parte de la construcción defensiva musulmana de la ciudad, que empezó a construirse en el siglo XI. Tras la caída del Califato de Córdoba, Valencia se convirtió en capital de la Taifa de Valencia y por lo tanto experimentó un importante crecimiento urbanístico. Se construyó pues, una muralla con el propósito de proteger a la población y a aquellos que llegaban de otros lugares de Al-Ándalus. La muralla era de gran perfección y tenía siete puertas.
Jaime I atravesó estas murallas en 1238, justo por la puerta de Bab Ibn-Sajar que hoy estaría en la plaza del Poeta Llorente, junto a la iglesia del Temple, convirtiéndose en el primer rey cristiano de la ciudad.