Calles de la Avenida del Oeste

¿Sabías que algunas calles desaparecidas por la Avenida del Oeste revivieron en otro lugar?

No todas ellas viajaron ya que se perdieron para siempre calles como Monjas Servitas, Cubells, Muela y Siurana y plazas emblemáticas como Pertusa, San Gil y Pellicers. La plaza y calle de Na Rovella, fue a parar a Malilla. Esta plaza estaba situada justo en la entrada del Mercado Central de la Calle Linterna. Existía un famoso pasaje, por debajo de las fincas entre la Calle de las Rejas y Na Rovella llamado Monistrol. En recuerdo de este se rotuló con su nombre una plaza en el barrio de San Marcelino y se bautizó así al edificio que se construyó en su lugar. También una plaza como la de Rojas Clemente viajó, en este caso por los derribos para abrir la Avenida de Maria Cristina. Su nombre rotuló la antigua Plaza del Botánico en 1930.

La Calle Clarachet acabó en Benicalap, discurría desde la Plaza de Pertusa a la Calle Hospital. La Calle Jabonería Nueva, quizás la más importante de todas, era famosa por ser en la que nació Blasco Ibáñez. Fue a parar a la zona del mercado de Pedro Nolasco, un callejón que sale a la Calle Sagunto como calle Jabonería. La Calle Falcons que iba desde la plaza Pellicers a la calle Adresadors y la Plaza Coronel Montesinos que salía de la Calle Quevedo, están ambas en Torrefiel. La actual Plaza Villarrasa era simplemente una calle antes del derribo del Palacio de Parcent.

También existía el Carrer Figuereta, iba desde Maldonado a Jabonería Nueva. Esta calle sobrevive y viajó a la pedanía de Castellar.

La Plaza Peris estaba al final de la actual calle Músic Peydró cruce con Calle Padilla, dedicada al valenciano del siglo XVI Vicente Peris, figura clave del movimiento de las Germanías. Su casa fue atacada por las tropas del virrey y la desaparecida plaza nació de dicha casa que se mandó derribar y el solar sembrado de sal, quedó para memoria de su delito. Actualmente está situada en el barrio de Marxalenes.

Como curiosidad final, no solo las calles viajaron sino que algún resto físico también. Estoy hablando de los bordillos y el pavimento de las calles que se derribaron. Fueron a parar al Barrio de Beteró. Con ello se producía un reciclaje y un ahorro, en plenos años cincuenta al trasladar estos elementos a esta nueva barriada que todavía estaba sin urbanizar.

Plaza de Na Rovella

Actual Avenida del Oeste