Atzucacs

¿Sabías lo que es un “Atzucac”?

El urbanismo típico islámico se caracteriza por su intrincado maremágnum de calles irregulares y callejones sin salida conocidos como atzucacs, herencia del urbanismo árabe de la Edad Media, son el legado de Balansiya, que nos ha llegado hasta nuestros días.

Los atzucacs se originaron como defensa de sus viviendas. Aunque tuvieran la muralla que les protegía de los peligros del exterior, la ciudad islámica necesitaba también cierta protección interior. Por eso este tipo de edificios de aspecto macizo y pocas ventanas al exterior, con un gran patio central interior, eran el prototipo de vivienda. Esta estructura también tiene relación con la cultura árabe, donde muchos aspectos de la vida social ocurrían en los patios. A esa intimidad se le unía la consabida necesidad de seguridad, y por eso construían sus casas formando callejones sin salida, creando así ese trazado tortuoso del que encontramos aún ejemplos en el plano de la ciudad.

Pero algunos de estos atzucacs aparentemente sin salida en realidad se comunican entre ellos a través de corredores que atraviesan las manzanas de los edificios a modo de calles secretas. Aunque su función y origen son inciertos, se aventura la posibilidad de que pudiera tratarse de antiguos pasos de guardia. Uno de estos ejemplos podría ser el atzucac de la Calle Náquera

Otros, sin embargo, surgen posteriormente, cuando por motivos urbanísticos se ciega un lateral de la calle con una nueva construcción o por un proyecto inacabado, como la Calle de las Monjas, que se le privó de su acceso por Moro Zeit con la construcción de una nueva finca en los años sesenta, la Calle Colomer, que desapareció para la ampliación del patio del colegio de las Escuelas Pías o la Calle Gallinas, que se cegó con la construcción de la Calle de la Paz. En cuanto a esta última calle el nombre es bien curioso, pues antiguamente era conocida como Salinas, por estar el mercado de la Sal. Este se trasladó a la actual Calle de las Salinas, junto al Portal de Valldigna. La corrupción lingüística hizo que variara de Salines a Gallines.

Respecto a la cortísima e inaccesible Calle Talega, esta es un atzucac de la Calle Corretgería que tiene aspecto de abandono y soledad pues no tiene acceso a vivienda alguna. Se llamó antiguamente del Forn de En Codinachs y el motivo de su nombre actual es la apariencia de “talega”, en valenciano "cul de sac", que es el nombre genérico que recibían los callejones sin salida, pues una Talega no es más que un saco ancho y corto de tela o piel, cerrado por un lado y abierto por el otro, lo que es un claro símil de un atzucac.

Algunos callejones han perdido hasta su cualidad de calle, como por ejemplo la Calle Hospital de los Pobres que ahora es una entrada a una vivienda de la calle Trinquete de Caballeros o el de la Calle Corona, antiguamente Huerto del Triador. Otras sin embargo, asimilan el nombre de la vía de la que vienen, como el de Náquera, o Poeta Liern. Otros bellos atzucacs son Cañete, Lusitans, Sant Antoni o Escoles del Temple.