Altura de la Riada

¿Sabías que podemos encontrar numerosas placas que nos informan de los niveles que alcanzó la riada de 1957?

La inundación tuvo lugar el 14 de octubre de 1957 y causó al menos 81 muertos, además de cuantiosos daños materiales y cambió para siempre la fisonomía de la ciudad y su relación con el río. Las alturas a las que llegó el río fueron variadas, desde un metro hasta más de cinco.

Desgraciadamente, no era la primera gran inundación que sufrió València, se sabe según los registros que existen, que desde el siglo XIV se han contado veinticuatro episodios de riadas. Más o menos cada 20 años había un desastre de esta índole.

Sin embargo, la relación de la ciudad con su río siempre ha sido confusa pero muy profunda. Para empezar, los romanos que fundaron Valentia, lo hicieron en una isla fluvial. Existía un antiguo cauce que englobaba la ciudad romana. Este transcurriría por lugares tan emblemáticos de la ciudad actual como la Plaza del Mercado o la Calle Barcas. Esta circunstancia hizo que durante la etapa de dominio musulmán se localizara el mercado precisamente en esa plaza, pues era todavía un lugar amplio pero inundable y se desaconsejaba la construcción de edificio alguno.

Pero el diálogo de Valencia con el río no se detuvo con la conquista de Jaime I. Valencia siempre fue una ciudad fluvial, no en vano, la puerta principal de entrada, Serranos, está orientada precisamente hacia el río así como la zona “noble” de la ciudad, dejando la puerta del mar como arrabal poblado por la comunidad judía.

El comercio de la ciudad hasta el siglo XV se hacía por el río que era navegable, sin embargo y tras las últimas investigaciones, se ha encontrado el rastro de un antiguo cauce abandonado del Turia en la huerta de La Punta. Este cambio de trayectoria precisamente se achaca a las constantes crecidas, pues los sedimentos se depositaban junto a los márgenes cada vez que se desbordaba el río y este quedó más elevado. En esa época, además, la corriente había perdido parte de su fuerza y su caudal, por la ampliación de la red de acequias que había comenzado en el periodo musulmán y de este modo, el río abandonó este cauce y se “desvió” de manera natural hacia “El Grau”.

Eso explica por qué el río era navegable, pues los científicos se preguntaban cómo podían los barcos ascender por la fuerte pendiente del “actual” cauce en El Grau.

Pero poco a poco el río fue perdiendo caudal, el incremento de la población, unido al hundimiento de la industria de la seda y al desarrollo de la naranja en el siglo XX, pues el árbol de la morera necesita menos agua que el naranjo, hicieron que el río estuviera prácticamente seco la mayor parte del año.

Volviendo a 1957, y para corregir el problema de manera permanente, se barajaron tres soluciones: La Norte suponía el desvío del río hacia el barranco de Carraixet. La Centro suponía la mejora del trazado urbano existente junto con la construcción de un embalse en Vilamarxant y la tercera, la Solución Sur, la más costosa, suponía excavar un nuevo trazado desde las afueras de Quart de Poblet hasta el norte de Pinedo, cruzando por medio de l´Horta de València. Esta solución que fue la que finalmente se llevó a cabo, supuso el destrozó de hectáreas de fértil huerta y dejó libre el camino para la creación del "Jardín del Turia", aunque ello no fuera la primera opción que sería una autopista de diez carriles.